jueves, 17 de julio de 2014

El arroz y los poderes psicológicos

Atención:

Artículo pseudocientífico. Este artículo está basado en interpretaciones erróneas, mentiras o cosas no demostradas científicamente.

Hace varios meses tuve la oportunidad de ver un curioso vídeo del youtuber DrossRotzank llamado "El experimento del arroz (energía positiva y negativa)". En él, se explicaba un experimento que cualquiera puede realizar en su casa y que, en caso de que funcione estaríamos haciendo un descubrimiento científico, ya que, a día de hoy, no tiene explicación. Pues bien, yo estuve haciendo el experimento durante un periodo de 20 días, y puedo aseguraros que funcionó. 

El experimento consiste en lo siguiente:

Materiales: Dos vaso o recipiente de tamaño similar (cuanto más limpio estén mejor); dos tapaderas o dos trozos de film transparente; cinta adhesiva (opcional); un poco de arroz cocido; agua y un post-it.

1- Cocemos un poco de arroz.

2- Llenamos los vasos (en caso de que no estén esterilizados, deben ser muy bien limpiados los dos) de arroz en unas 2/5 partes de su capacidad.

3- Vertimos agua en los vasos hasta que queden unos dos dedos de vaso sin llenar.

4- A uno de los vasos le pegamos una etiqueta que diga amor y al otro una que diga odio.

5- Tapamos los vasos con la tapadera o, en caso de que sea film transparente, lo envolvemos dándole mínimo dos vueltas de forma que no pueda entrar nada de aire. Después le ponemos cinta adhesiva para evitar que entre cualquier cantidad de aire.

6- Una vez realizados todos los pasos, tenemos que hacer algo que parece una tontería pero que nos ayudará a demostrar algo todavía no descrito por la ciencia. Cada día tenemos que gastar como mínimo unos 5 por cada vaso, diciéndole cosas buenas como "te quiero" o "eres el mejor" y transmitirle pensamientos de amor al vaso que le pusimos dicha etiqueta. Al vaso que le pusimos la etiqueta de odio lo tendremos que insultar, decirle cosas como "ojalá te mueras" o "no te quiero volver a ver" y transmitir malos pensamientos.



El tiempo del experimento puede variar desde una semana hasta un mes, pero os recomiendo que lo prolonguéis el máximo tiempo posible. Como resultado tras acabarlo deberíamos obtener que el vaso con la etiqueta de amor sigue en un estado casi igual que al principio, aunque es posible que esté ligeramente peor. Por otro lado, el vaso de odio estará mucho peor con zonas podridas y con hongos.

¿Por qué ocurre esto? Aunque no tenemos una explicación científica confirmada aún, muchos dicen que es porque nuestra mente es capaz de emitir una especie de ondas que pueden ser beneficiosas o perjudiciales según lo que pensemos y que éstas afectan especialmente al agua. Por tanto, al tener el agua con una cantidad de materia orgánica que en este caso es arroz, el cambio se observa a simple vista cuando le afecta a este. De esta forma estaríamos demostrando que existe una energía positiva y negativa en nuestro cuerpo y que con solo la mente podemos hacer cambiar cosas de nuestro entorno.

Yo estuve haciendo el experimento durante 20 días, limpiando los dos vasos igual de bien y tapándolos de la misma manera para evitar la entrada de aire. El resultado fue que el tarro del amor se quedó blanco, aunque olía mal y la superficie estaba un poco pegajosa, mientras que el tarro del odio se pudrió completamente en toda la superficie, quedando en esa zona un gran hongo verde de un aspecto asqueroso por arriba y mucho peor por debajo. En este último vaso también se apreciaron manchas oscuras por debajo de la superficie, pero no en mucha cantidad. Con esto podemos decir que el experimento funcionó completamente, ya que aunque los dos se estropearon algo, el vaso del odio lo hizo mucho más que el otro.

En mi experimento el arroz bueno quedó parecido al de la izquierda, pero el de odio fue muy distinto, con la pequeña mancha que vemos en la parte inferior de cada recipiente pero en toda la superficie.

En cambio, hay un problema que le quita credibilidad a esta entrada, y es que no he podido documentarla con fotos propias debido a un error en el dispositivo que las fui almacenando mientras hice el experimento. Si crees que esto es demasiado extraño para ser cierto o que te estoy mintiendo, no te quedes con la duda, haz el experimento y explícanoslo en los comentarios de esta entrada. Si además tienes otra explicación distinta a la que hemos descrito aquí, te rogamos que nos lo comuniques para hacérnoslo saber y valorar si puede ser verdad.

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