ATENCIÓN: Si no sabes qué son exactamente las vacunas, te recomiendo que le eches un vistazo a este artículo de Wikipedia para saber al menos de que va la cosa, pues si no lo haces puedes tener muy difícil entender esta entrada.
Últimamente se está hablando del peligro que presentan las vacunas a los niños pequeños, por lo que han surgido asociaciones en contra de los programas de vacunación que recomiendan a los padres no vacunar a sus hijos por el peligro ya mencionado.
Últimamente se está hablando del peligro que presentan las vacunas a los niños pequeños, por lo que han surgido asociaciones en contra de los programas de vacunación que recomiendan a los padres no vacunar a sus hijos por el peligro ya mencionado.
Antes de sacar opiniones, vamos a analizar los datos que existen y que todos damos por ciertos:
- Vacunarse es bueno para evitar muchas enfermedades. Según la OMS, cada año se evitan entre 2 y 3 millones de muertes gracias a las vacunas contra la difteria, el sarampión, el tétanos y la tos ferina. A pesar de eso, solo por el sarampión murieron más de 200.000 niños en 2013 y 275.000 por el tétanos en 1997, de forma que cada 20 segundos, un niño muere por una enfermedad que podría haberse evitado con vacunas.
- En ocasiones, las vacunas son peligrosas. Es difícil saber cuantas personas mueren o sufren graves enfermedades al año a causa vacunas, de hecho, cada vez que esto ocurre es noticia destacada, pero podemos hacernos una idea para el tema que estamos abordando. Por las noticias que se ven en internet, sería muy raro que la cifra superara los 10.000 casos al año en el mundo, y en cuanto a los casos de autismo, muchos estudios demuestran que no hay relación alguna entre casos de autismo y vacunación, aunque muchas asociaciones anti-vacunas siguen dudándolo seriamente.
- Las principales sustancias que hacen peligrosas las vacunas es el timerosal y el aluminio. La mayoría de los fallos que se dan en las vacunas se deben a elementos como el timerosal o el aluminio que van incluidos en las vacunas como potenciadores o bactericidas.
Observando estos datos, creo que es totalmente conveniente vacunarse siempre, pues aunque haya errores médicos (que, como ya hemos mencionado, si resulta que dan otras enfermedades esto ocurre espontáneamente y no es autismo), la cifra de muertes que se evitan por vacunarse es enormemente mayor que la que se causan por errores en las vacunas, debiéndose siempre esta última a casos de errores médicos.
A pesar de esto, es cierto que hay personas afectadas por negligencias médicas causadas por el timerosal y el aluminio, así que vamos a hacer una valoración. Dado que es cierto que en algunos casos de negligencias médicas estos elementos pueden provocar problemas en los niños, deberían cambiarse si es posible por otros más seguros solo en el caso de que sigan cumpliendo la misma función para la vacuna. Es decir, elementos con los que aunque hubiera errores médicos no afectara tanto a los niños. Aunque todavía las vacunas no sean 100% seguras, es un hecho que es lo más seguro que existe a día de hoy para evitar enfermedades, pues aunque en algunas ocasiones haya fallos, siempre son peores y se dan muchos más casos de enfermedades que evitan a las que pueden traer. El caso es que, incluso si hubiera tantos casos de autismo por vacunas que por el total de muertes que se evitan (cosa que no ocurre ni de lejos), seguiría mereciendo la pena vacunar a los niños, pues, aunque pueda sonar muy duro, es preferible tener autismo a morir de sarampión, tétanos o tos ferina.
Para comprenderlo mejor vamos a proponer un ejemplo. Si ahora mismo tuvieras un tumor y la única forma de acabar con él fuera hacer una quimioterapia, ¿lo harías o preferirías no hacerla porque la quimioterapia trae efectos negativos? La respuesta debería estar clara, es mejor asumir el riesgo de hacerse una quimioterapia, pues la probabilidad de acabar con el tumor es mayor que la probabilidad de morir en el tratamiento. ¿Entendido? Pues lo mismo ocurre con las vacunas, es más, hay muchísimo mayor riesgo de sufrir otros daños por una quimioterapia que por una vacuna.
Para comprenderlo mejor vamos a proponer un ejemplo. Si ahora mismo tuvieras un tumor y la única forma de acabar con él fuera hacer una quimioterapia, ¿lo harías o preferirías no hacerla porque la quimioterapia trae efectos negativos? La respuesta debería estar clara, es mejor asumir el riesgo de hacerse una quimioterapia, pues la probabilidad de acabar con el tumor es mayor que la probabilidad de morir en el tratamiento. ¿Entendido? Pues lo mismo ocurre con las vacunas, es más, hay muchísimo mayor riesgo de sufrir otros daños por una quimioterapia que por una vacuna.
Pues bien, ahora llega la parte más importante de esta entrada, y es que eso de que las vacunas provoquen autismo es totalmente falso, de hecho, hay muchos estudios que lo demuestran. Entonces, ¿por qué las asociaciones antivacunas se basan en esto para no vacunar a sus hijos? Simple, porque en el año 1998, el cirjunao Andrew Wakefield publicó un estudio que hablaba de una relación entre el autismo y las vacunas. Tras la publicación, muchos médicos intentaron sacar la misma conclusión a través de más investigaciones, pero nunca llegaron a la misma conclusión. ¿Por qué? Pues porque el estudio de este cirujano era un completo fraude debido a un conflicto de intereses que se demostró en 2004. Y si se demostró que era un fraude, ¿por qué surgieron los antivacunas? Simple también, y se debe a dos motivos: que la segunda noticia tuvo menos repercusión mediática que la primera, y que algunos prefirieron pensar que se trataba de una conspiración del gobierno con el fin de envenenar niños en lugar de pensar lo que realmente era, un fraude del cirujano.
Habría entonces que concluir que hay que vacunarse siempre, pues hoy en día es el mejor mecanismo de medicina preventiva que existe, aunque pueda mejorarse muy ligeramente. Además, las vacunas deberían ser obligatorias por parte de los gobiernos de todos los países, pues es la mejor manera de mantener sana a la mayor parte de la población. De hecho, hay personas que debido a alergias o múltiples motivos no pueden vacunarse, por lo que el simple hecho de que alguien que pueda vacunarse no lo haga supone un riesgo para esta sección de la población (a esto se le llama efecto rebaño).
Es por esto que cualquier padre o madre que decida no vacunar a su hijo está arriesgando muchísimo su vida y tirando a la basura años de investigación científica. Basta pensar un poco para darse cuenta de la atrocidad que es decidir no vacunar a tu hijo que ni si quiera puede elegir lo que hacer. De este modo, podemos hacernos una sencilla pregunta: si es obligatorio llevar casco al viajar en moto por poner en peligro tu vida y está penado con una multa, ¿por qué no es obligatorio ni está penado poner en riesgo la vida de tus hijos y de todas las personas que no puede vacunarse?
Es increíble como muchos seres humanos intentan nadar a contracorriente de la ciencia y el progreso. Cualquiera que se considere antivacuna debería observar cualquier gráfica acerca de la evolución de cualquier enfermedad antes y después de la creación de su vacuna (por ejemplo, en EE.UU había aproximadamente medio millón de casos al año de sarampión antes de la creación de la vacuna, mientras hoy se dan unos 100 casos siendo casi todos importados).
Por suerte, en Change.org hay más gente que ha firmado por hacer las vacunas obligatorias en España que por evitarlas, así que si compartes mi opinión, haz clic aquí para colaborar. ¡Ya van más de 120.000 firmas!
Recordad que podéis dejar vuestra opinión en los comentarios y decid que haríais vosotros en caso de discrepancia.
CONCLUSIÓN GENERAL:
SÍ ROTUNDO A LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA DE NIÑOS
Recordad que podéis dejar vuestra opinión en los comentarios y decid que haríais vosotros en caso de discrepancia.
CONCLUSIÓN GENERAL:
SÍ ROTUNDO A LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA DE NIÑOS
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